El sube y baja del precio del café al que están sometidos los agricultores colombianos, hace que cada día se busquen nuevas fuentes de ingresos para paliar las crisis económicas que esto conlleva.
Una de estas estrategias es el turismo al que se dedican empresas como Café Tío Conejo, que está ubicada en la vereda Santa Rita, de Manizales.
Ángela María Suarez es una de las propietarias de esta finca familiar que está dedicada a exportar cafés especiales, pero que también aprovecha la curiosidad de muchas personas que quieren saber cómo se trabaja en un lugar de estos y cuáles son las diferencias con una granja cafetera tradicional.
Señala que el plan turístico maneja varios aspectos como la sostenibilidad, el proceso de selección del grano, el Paisaje Cultural Cafetero y la importancia de Manizales en el sector agrícola y del café.
"Esta empresa tiene un concepto de responsabilidad social con sus empleados que están vinculados laboralmente todos los días del año. Nuestro objetivo es lograr que su filosofía esté enfocada en ejercer buenas prácticas para el cuidado del medio ambiente", dijo Ángela María Suárez.
Y añadió que el plan turístico incluye un recorrido por la capital caldense y un resumen de sus 171 años de historia; degustación de café, frutas y comida típica. También se le cuenta a los visitantes cuáles son las enfermedades que afectan a los cultivos y los microclimas de la ciudad.
Uno de los aspectos que más llama la atención, especialmente entre los turistas extranjeros, es la construcción de casas en bahareque y la sostenibilidad que las hace amigables con el medio ambiente para garantizar la conservación del ecosistema.